Dentro de la administración pública, la corrupción es un mal que aqueja a nivel mundial a la mayoría de países, bajo distintos parámetros de gravedad y mecanismos de actuación. Actualmente, se puede afirmar que es posible combatirla de tal forma que la prevención sea la premisa, impidiendo así su surgimiento; por ello, es importante el tener acceso a herramientas que permitan el fortalecimiento de los equipos que conforman cada institución, en tanto, esto contribuye a que cada uno, desde su ámbito de desempeño y funciones, actúe con la mayor objetividad. Reconociendo esto, los titulares de seis instituciones públicas de nuestro país, con mandatos legales vinculados al tema de lucha contra la corrupción, se comprometieron a través de la firma de una Carta de entendimiento a crear estrategias que son necesarias para la prevención y combate a la corrupción de forma sistémica.
GTIAC son las siglas del Grupo de Trabajo Interinstitucional Anticorrupción, y en su creación se vincularon seis instituciones con competencia de contraloría en la materia: Tribunal de Ética Gubernamental(TEG), Instituto de Acceso a la Información Pública(IAIP), Corte Suprema de Justicia (CSJ), la Corte de Cuentas de la República (CCR), la Fiscalía General de la República (FGR), y la Procuraduría General de la República (PGR), todas ellas vinculadas con un objetivo en común de luchar en prevenir y combatir la corrupción de manera coordinada.
Como parte de estos esfuerzos, y bajo una visión formativa, comprendiendo que la prevención pasa por el conocimiento y educación alrededor de la temática, surge lo que hoy conocemos como el “Diplomado en Prevención y Combate Sistémico de la Corrupción en El Salvador”, creado con los más altos estándares académicos, el cual a la fecha ha culminado su tercera edición. Las temáticas abordadas permiten recopilar un alto contenido de información para sus participantes, los cuales adquieren un mayor compromiso en la lucha contra la corrupción, puesto que, fortalecen su conocimiento en temáticas precisas como el control de cuentas, ética, y acceso a la información pública. Tales áreas, permiten a los operadores de las Instituciones trabajar coordinadamente en la prevención, detección, investigación, litigación y decisión sobre conductas corruptas, antiéticas ya sean estas en materia penal o administrativa, logrando dar una respuesta de forma sistémica ante este fenómeno que aún nos aqueja como sociedad.
En la lucha contra la corrupción, las palabras claves y de suma importancia son el “compromiso interinstitucional” pues solamente a través de este trabajo coordinado y una buena comunicación, se podrán detectar conductas corruptas o antiéticas, para la aplicación de medidas o protocolos precisos de abordaje. De ahí la importancia del fortalecimiento de las competencias y conocimientos del plan de formación de dicho diplomado, pues es a través de los resultados del mismo, que se lograrán fusionar los insumos de las instituciones para combatir la corrupción de forma sistémica y colaborativa, conformando una red de trabajo, cuyo objetivo es un enfoque integral y de cooperación, basado en los conocimientos adquiridos en estos procesos y lograr así una plena incidencia en la batalla a la corrupción a través de una administración más justa y equitativa.
El trabajo es arduo pero la esperanza es infinita para lograr el objetivo principal, y esto será con la cooperación de todos, a través de un trabajo más comprometido y enfocado a servir a la ciudadanía como se merece. Como servidores públicos nuestro trabajo debe ser el reflejo del compromiso que adquirimos de servir y realizar nuestra función de forma correcta, pues haciéndolo como se debe, ya estamos previniendo y combatiendo la corrupción.